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A partir de que el Congreso Nacional sancionara la ley de conformación del Área Protegida, este humedal, refugio para especies marinas y terrestres, área de nidificación y descanso para aves migratorias, albergue de crustáceos, moluscos, peces y sitio de reproducción de los lobos marinos de un pelo, se trasformó en un hito fundamental en la lucha contra el cambio climático.
Conforme a la fragilidad del ecosistema y de sus habitantes, y ante la necesidad de su conservación, Río Negro gestionó ante Nación la promoción de una legislación que proteja las 20.000 hectáreas y a la heterogénea biodiversidad del sector, exponiendo una vez más su política de compromiso con el ambiente y el cuidado de las especies.
La concreción de este nuevo Parque Nacional en el territorio contribuirá al desarrollo turístico y comercial de la región, además de disfrutar de la paradisíaca calidad paisajística de sus playas y de su invaluable registro arqueológico, los visitantes podrán ser protagonistas del cuidado, protección y preservación de un área que, desde Río Negro, se trasformó en patrimonio del planeta.