Según explicó el Intendente General de Hidráulica y Saneamiento del Departamento Provincial de Aguas, Gonzalo Asensio el pico de la crecida fue de 7500 metros cúbicos por segundo y que además de la magnitud de ese caudal, la crecida se manifiesta con un importante volumen, que continúa ingresando a dicho embalse.
Paralelamente a esto, se deben aumentar los caudales gradualmente desde el dique compensador El Chañar para “laminar” la crecida, esto significa que para que el complejo mantenga su capacidad regulatoria (en previsión de alguna posterior crecida), este volumen de agua que ingresó abruptamente en pocos días, se debe descargar o desembalsar paulatinamente, siguiendo lo establecido por las normas de manejo de aguas.
El desembalse con caudales sostenidos puede requerir varias semanas, aún sin futuras lluvias importantes.
Desde el organismo se trabaja en conjunto con los municipios y Defensa Civil, apoyando con equipos, máquinas o traslados que se puedan necesitar. Se da aviso también a las personas ribereñas, que están cercanas a la costa.
Las sequías de los últimos quince años produjeron que los cauces hayan perdido la capacidad de conducción, es por ello que se van generando embanques, crecimientos de vegetación y el escurrimiento se realiza con mayor dificultad.
Por otra parte, el Delegado Regional del Alto Valle, Enrique Kamerbeek, relató que se monitorea constantemente la actividad del río Neuquén, y explicó que el complejo Cerros Colorados está diseñado para derivar al Embalse Los Barreales ocho mil metros cúbicos por segundo de caudal y el lunes vinieron 7500 m3/seg.
Si bien hasta el momento no se ha manifestado un aumento grande de turbiedad, no se descarta alguna afectación en el volumen diario de potabilización en la planta de Cipolletti, por cuanto parte de la tormenta tuvo lugar aguas debajo de aquella obra de cabecera, con descarga directa de cañadones sobre el cauce de río que aporta al Compensador de El Chañar.